¿Sabes por qué no hay gente honesta en política? Porque la gente honesta no tiene ambiciones políticas. Eso deja a los votantes (o a los que se quedan en casa) con la escoria y después de un tiempo se convierten en la norma.
La gente honrada tiene que levantarse de una vez de sus asientos y ponerse las pilas. De lo contrario, pronto se acabará la historia.
Meritocracia, pragmatismo, honradez...
Siempre se puede construir sobre estos.
Hay algunos que son honrados y se meten en política, pero la política suele asegurarse de que no lleguen muy lejos. En la inmensa mayoría de los casos abandonan al cabo de un tiempo. Simplemente se les margina, se les priva de poder, se les rechaza.
Por otro lado, he aquí un muy buen ejemplo de político honesto: José Mujica, que llegó a la presidencia. Si todos los políticos fueran como él, viviríamos en un mundo maravilloso. Desgraciadamente, tampoco ha sido capaz de lograr ningún avance, y menos en la política mundial. Necesitamos muchos como él y al mismo tiempo.
Una golondrina no hace verano.
José Mujica
No funcionará sin honestidad
Húngaro
Inglés
Alemán
Italiano
Ruso
Español
Francés
Chino
Polaco
Rumano