Ya lo hemos visto antes, ¿verdad? Están por todas partes, pero el lugar más común para encontrarlos es el amplio espacio que ofrecen las redes sociales (Facebook, sobre todo). Los hay que simplemente trolean (aunque hay niveles palpables de esto), pero también están los que amenazan con cortar cabezas (lo hemos visto recientemente en este país). Por desgracia, también están los que realmente te cortan la cabeza. Un incidente de este tipo ocurrió en Francia (no sólo una vez).
Como he dicho muchas veces, no se pueden obtener resultados con los extremistas, pero si no se hace algo al respecto, se les va a ir creciendo. Da igual que sean de izquierdas o de derechas, sólo causan problemas. Y cada vez más.
¿Cómo te afecta esto? Es evidente que eres un seguidor de una u otra opinión política. Es de suponer que no es usted un extremista. Sin embargo, si dejas espacio a la gente en cuestión, el otro bando te identificará con ellos y te utilizarán como espantapájaros en la prensa de sus propios lacayos. Pero usted no es un extremista. Pero entonces, por mucho que lo intentes, no podrás lavar las acusaciones.
¿Qué puede hacer?
Lo más sensato, antes de que las cosas se le vayan de las manos, es contener a sus propios extremistas, en alianza con otros que también comparten sus puntos de vista. Cuanto más se espere, cuanto más se dude, más difícil será hacerlo.
La lucha entre globalistas y nacionalistas también está empezando a alcanzar un nivel que podría tener consecuencias imprevisibles. Esto se debe a que algunos de ambos bandos no quieren ni oír hablar de compromiso en ciertos temas.
Si eso no estuviera suficientemente claro, habrá verdaderos problemas.
Y pronto.
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